Sábado, son las seis de la mañana y oigo llover con fuerza, y en ese momento me alegro aún mas de haber quedado con los amigos para unas fotos de mar. Me alegra la lluvia porque casi marca el final de este tórrido verano, y la proximidad del otoño, mucho mas interesante para los que hacemos fotografía de naturaleza.
Por desgracia pronto desaparecen las nubes que tanto nos atraen y de nuevo aparece el sol, pero algo ya nos llevamos en nuestras tarjetas.
Fue una salida muy buena, creo que todos estábamos deseosos de notar el fresquito de primera hora del día, poder fotografiar y cómo no de hablar de foto y arreglar un poco la vida, claro...uf! menos mal que el berenar respuso tanto desgaste!!
ResponderEliminarMe encantan esas rocas de la izquierda, habrá que volver un día más propicio y con olas, quizá podamos sacar algo interesante.
ResponderEliminarComo siempre, por unas cosas o por otras me quedo con las ganas de salir con vosotros, pero en fin, todo se andará y espero quitarme pronto el gusanillo ;-)).
ResponderEliminarBien aprovechada la salida Guillermo. Me gustan las imágenes que has captado
Por cierto, el día que vayáis a volver, con olas o sin ellas, como dice Juan, avisarme, a ver si tengo más suerte y puedo acompañaros.
Yo como Juan, habrá que volver ... A por estas roquitas o a por otras, lo importante es aprovechar para hacer fotos, compartir amistades y como no, un buen café con amigos.
ResponderEliminarSaludos! (que ya estoy por casa)